Universo de BioShock

En general, BioShock cuenta la trama del desastre en las utopías que prometen el bienestar de sus habitantes y terminan por lo peor del desarrollo tecnológico, debido al extremo individualismo y carencia de restricciones éticas.

Ayn Rand

• Rapture

El argumento de este juego, en la ciudad de Rapture, es una crítica a las teorías filosóficas objetivistas de Ayn Rand. Una ciudad submarina regida por el capitalismo laissez-faire que acaba yéndose al garete por la ausencia total de moral. Rand defendía el egoísmo racional, el individualismo y el capitalismo laissez faire, argumentando que es el único sistema económico que le permite al ser humano vivir como ser humano, es decir, haciendo uso de su facultad de razonar. En consecuencia, rechazaba absolutamente el socialismo, el altruismo y la religión. La frase laissez faire, laissez passer es una expresión francesa que significa «dejen hacer, dejen pasar», refiriéndose a una completa libertad en la economía: libre mercado, libre manufactura, bajos o nulos impuestos, libre mercado laboral y mínima intervención de los gobiernos.

Ilustración conceptual por West Studio

• Columbia

BioShock Infinite nos cuenta la historia de Booker DeWitt, un veterano de guerra de dudosa moral que debe capturar a una joven, Elizabeth, en la ciudad de Columbia para saldar una deuda. Lo que Booker no sabe es que la ciudad se encuentra flotando en los cielos de 1912. Esta ciudad forma parte de un episodio muy poco conocido de la historia de Estados Unidos, y desde su aislacionismo, ha desarrollado su propia cultura. Cuando Booker llega a Columbia va a encontrarse con una sociedad del bienestar basada en la esclavitud de negros, irlandeses y chinos. Donde el eje de todo es la figura patriarcal y dictatorial del Profeta, un visionario que no sólo ha creado y fundado la ciudad, sino que ha creado un culto religioso sobre la figura de los padres políticos de Estados Unidos y de un mesías que habrá de purificar el mundo bajo Columbia a fuego y espada.

El mundo de BioShock Infinite encierra una muy fuerte crítica contra la historia de la colonización de los Estados Unidos, poniendo en tela de juicio el patriotismo y el velo glorioso que se ha transmitido a través de la historiografía estadunidense, ocultando la otra faceta de este proceso que involucró el genocidio masivo de los pobladores del territorio americano, las guerras contra los chinos, y el modo en que fueron aplastados los movimientos obreros de principios del siglo XX mientras Estados Unidos emergía como una potencia mundial. De este modo, Kevin Levine, director del juego, nos transporta a un mundo en que la industrialización capitalista, el racismo y el control de los empresarios justificaba todo tipo de crueldades y en donde Booker DeWitt juega un papel importante como podremos ir descubriendo a lo largo de la historia.

La ciudad flotante llamada Columbia en esta historia es una especie de representación utópica de los ideales capitalistas de su fundador quién jugó un importante papel en la conquista del territorio de Estados Unidos por los recién llegados europeos y justificándose en la idea del Destino Manifiesto. El fundador de Columbia tuvo la visión en el pasado de construir una nueva nación americana que condensaría la visión de un mundo perfecto donde la libre empresa, la paz y la libertad económica tendrían su realización.